Siguiendo las directrices conferidas de Jesús a sus apóstoles a quienes envía a Enseñar, Santificar y Regir en su mismo nombre, emprendemos este camino, encomendados y guiados bajo la luz de su Santo Espíritu, quien con su poder nos anima y nos despierta a este anuncio de vida y paz a corazones heridos, sedientos, velados y frustrados por el pecado que ha provocado parálisis al encuentro del amor sin límites de Dios por sus hijos.
Es provocar el deseo ferviente de abandonar toda vida de oscuridad y abrirse a la gracia de la luz e incursionar la gran puerta de esperanza de evidenciar la acaricia, el abrazo, el perdón y el gran beso del amor de Dios que te deja inquieto y te involucra a ser parte de su pueblo.
Este gran paso de llamamiento y encuentro lo transmitimos a través de:
1. Retiros kerigmático
2. Vivencia comunitaria
3. Formación bíblico – doctrinal
4. Compromiso misionero
1. Retiros Kerigmáticos
Aportamos nuestro tiempo, trabajo, limitaciones y capacidades, sin esperar ningún tipo de remuneración material, pues esta entrega desde el corazón es la respuesta a un Dios misericordioso que ha querido abrazar y poseer nuestros corazones para mostrarse como el padre “ABBÁ” por quien todas las cosas son posibles: ”Engendrarnos de nuevo", pues Dios es luminoso y se deja encontrar por aquellos que lo buscan con sincero corazón.
Testificamos y compartimos un anuncio a salir de si, para encontrar al Dios que sostiene, acompaña, recorre un camino con sus hijos, irradiando sus ojos hacia la plenitud del amor.
Sintetizamos esta experiencia como la motivación que lleva a la persona a conocer el gran tesoro que poseemos los católicos al ser miembros de la Iglesia.
Lo que se busca es propiciar un encuentro verdadero con nuestro Señor Jesucristo; este encuentro es personal y sólo depende de la gracia.
Se busca además, que por el encuentro personal con Cristo, quien nace de los retiros se convierta en instrumento activo, que satisfaga el fin primordial de nuestro bautismo, cumplir la misión para la que fuimos creados: Buscar, conocer y amar a Dios, con todas las fuerzas. (C.E.C 1)
En el retiro se emplean varios temas que ayudan a comprender la grandeza de nuestra fe. Tales temáticas son dirigidas por personas que han seguido el proceso de formación y que poco a poco se han ido preparando (espiritual e intelectualmente) para ello.
En gran mayoría de ocasiones, se cuenta con la participación de Sacerdotes, Religiosos, Seminaristas y Laicos, que se han vinculado a nuestro apostolado.
2. Vivencia comunitaria
Es el principio de quien desea llegar a ser discípulo de Jesucristo, mediante la observación del poder de su Palabra y el relato de sus efectos salvíficos, a través de grupos de oración y pequeña comunidad, que se llevan a cabo en diferente tiempo, según el lugar de origen.
El Peñol: Sábados 7:00 p.m.
Jueves 7:00 p.m.
Rionegro: Jueves 7:00 p.m. Exposición Santísimo
Lunes 7:00 p.m.
Medellin: Jueves 7:00 p.m.
3. Formación bíblico – doctrinal
Unidos a Cristo por la Fe, nuestra formación semanal apunta al primer mandato: EL AMOR: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lc. 10, 27), de allí brota su ley en plenitud; revelándose a los más pequeños.
Este mandato que nos enseña a aceptarnos y entregarnos a su manera: con gran generosidad y sin escatimar esfuerzo alguno. Modelo enmarcado en su pasión y muerte que se perpetúa a través del sacrificio Eucarístico, incorporándose en nuestro itinerario de vida diaria, para llegar a conocer el misterio del reino en Jesús al Padre, y así un día contemplar la sonrisa de la paternidad de Dios, que es el esplendor que hace posible la verdadera vida.
Peñol: Martes 7:00 p.m.
Rionegro: Martes 7:00 p. m.
Medellín: Martes 7:00 p.m.
"Den culto al Señor, Cristo, en sus corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que les pida razón de su esperanza" Pero háganlo con dulzura y respeto. ! Pedro 3, 15-16
4. Compromiso misionero
Perseverando en la enseñanza apostólica:
Hechos 2, 42: “Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones”
Experimentando en la obediencia de su Palabra la abundancia de sus frutos de salvación. Nace así el grupo de oyentes que siguen a Jesús, que con su testimonio de vida diaria fundamentada en la Oración, sacrificios, constancia y completa entrega, demuestran en su entorno familiar, laboral y de comunidad el ser discípulos de Jesús
Desde aquí se proyecta la nueva imagen a la estatura de Cristo, para atraer a otros a la verdadera fuente que colma toda sed y así compartir la danza de alegría del Hijo por el don que el Padre en Él concede a quienes se sienten necesitados y acuden a su perdón.